El otro día, al salir de casa para hacer sabeMonesvolquecosa, me encontré a mi perro justo delante de la puerta. No es raro que esté ahí, ya que siempre está a la expectativa, a ver a cuanta gente puede obligar a que se duche por estar llenos de pelos, babas o ambas cosas; pero, en cuanto me vio, se estiró sin cortarse un pelo (era por la mañana, así que es comprensible) y después me enseñó lo que es un largo y descarado bostezo. Acabada su ya costumbre matutina (y no tan matutina) me miró moviendo el rabo y sacando la lengua fuera.
Y ahí, una frase dicha por una amiga mía, que en ese momento adquirió un tono profético, apareció en mi mente: “¿No decían que tarde o temprano el perro se parece al amo?”.
Esto empieza a ser preocupante.
Repito: esto empieza a ser preocupante.
Hombre, preocupante sería si fuese al revés ("Tarde ou cedo o amo parecése ao cadelo", por ejemplo), pero mientras seas tú el original ¿qué problema hay?
ResponderEliminarNo es tan preocupante. Sería peor que se empezar a parecer al vecino del quinto, supongo. De algún modo no me disgustaría parecerme a mis perras: comer, dormir, ladrar desde detrás de la cancilla, dormir, carantoña del dueño, dormir... ¡vaya vida!
ResponderEliminarCon respecto a la entrada anterior... creo que yo preferiría no encontrarme en medio de lo que tengamos por planeta en mil años...
A todo esto... ¿El de la foto es el perro o el dueño?
Vale, queda claro que la imagen de tío que se pasa medio día bostezando y el otro medio estirándose no causa impresión en la gente que conozco.
ResponderEliminarJoé: "Colle fama e botate a durmir".
Jaja ole tu perro, e que asi lle enseñas claro, logo pasa o que pasa xD.
ResponderEliminar